UM CONTO TRADUZIDO PARA O ESPANHOL
a atriz espanhola Carmen Maura, no filme Volver
El cigarrillo entre los dedos teñidos de ocre causó tanto espanto a mi exigente estética como la sonrisa, que ostentaba unos dientes oscuros, de color mostaza.
Sin embargo, debo confesar que era bonita, y sus cabellos grises recogidos en un rodete desaliñado hacían un interesante contraste con el cuerpo delgado, el porte fino y noble , y un rostro que parecía tallado en piedra. Los ojos, negros y grandes, plegándose en arrugas pequeñas, discordaban con la mueca de sus labios, tal vez en un intento de disimular la sonrisa enigmática de quien sabe de las cosas de la vida.
De su vida yo sólo sabía que en algún lugar, lejos, tenía un hijo, y su fuerte acento me hacía pensar en mosaicos y colores españoles.
Pero había algo que mi alma adivinaba en su mirada: había sido una mujer de la vida, y no de la muerte. Una madama, tal vez.
Yo quería conocer aquello que le consumía los días y pintaba de ocre sus dedos delgados, y saber de esa sonrisa constante, mordaz a veces, y casi siempre cómplice, como la de quien sabe de las cosas de la vida.
A veces ella dejaba la casa de su amiga y regresaba a Rìo.Dónde vivía? Con quién ?. El hijo lejos… escuchaba comentarios ajenos, imprecisos.
Un dìa tomé coraje y le pregunté por el orígen de su nombre.Porqué lo habían elegido? Era común en su tierra?
Comenzó a hablar , serenamente, con la triste sonrisa de quien sabe de las cosas de la vida.
“ –Mi madre tuvo un amor.El se fué, como otros tantos, en un barco.”
Ella quedó, como el fruto que maduró entre nostalgias y abandono, tranformándose en el Consuelo de su madre. Desde su nacimiento, su historia estaba trazada: servir de consuelo a todos aquellos que sufriesen abandono.
Desde pequeña procuraba hacer todo lo posible para lograr una sonrisa de su madre. Todas las noches, junto al espejo , bajo una débil luz, observaba embelesada a aquella mujer que pintaba sus labios de rojo y agitaba su negra cabellera antes de salir para el puerto, llevándola de la mano.
Sentada en un rincón del mismo bar de siempre, veìa a su madre encender su cigarrillo mientras conversaba y bebía con algún hombre recién llegado en un barco cualquiera.
Después se dormía, acurrucada, hasta que era despertada para el regreso a casa. Casi siempre , el sol ya estaba naciendo , y sus rayos teñían de ocre las piedras del camino y la bruma del puerto.
Ya en casa, su madre ,desnuda ,se tiraba en la cama y la abrazaba :
Ella sabía que había nacido para ser El Consuelo!
escrito em 1º de maio de 2002
traduzido por Beatriz Lávaque - em 4 de maio de 2008
CONSUELO
El cigarrillo entre los dedos teñidos de ocre causó tanto espanto a mi exigente estética como la sonrisa, que ostentaba unos dientes oscuros, de color mostaza.
Sin embargo, debo confesar que era bonita, y sus cabellos grises recogidos en un rodete desaliñado hacían un interesante contraste con el cuerpo delgado, el porte fino y noble , y un rostro que parecía tallado en piedra. Los ojos, negros y grandes, plegándose en arrugas pequeñas, discordaban con la mueca de sus labios, tal vez en un intento de disimular la sonrisa enigmática de quien sabe de las cosas de la vida.
De su vida yo sólo sabía que en algún lugar, lejos, tenía un hijo, y su fuerte acento me hacía pensar en mosaicos y colores españoles.
Pero había algo que mi alma adivinaba en su mirada: había sido una mujer de la vida, y no de la muerte. Una madama, tal vez.
Yo quería conocer aquello que le consumía los días y pintaba de ocre sus dedos delgados, y saber de esa sonrisa constante, mordaz a veces, y casi siempre cómplice, como la de quien sabe de las cosas de la vida.
A veces ella dejaba la casa de su amiga y regresaba a Rìo.Dónde vivía? Con quién ?. El hijo lejos… escuchaba comentarios ajenos, imprecisos.
Y luego volvía, de repente, pálida y silenciosa, con aquella permanente sonrisa de quien sabe de las cosas de la vida.
Un dìa tomé coraje y le pregunté por el orígen de su nombre.Porqué lo habían elegido? Era común en su tierra?
Comenzó a hablar , serenamente, con la triste sonrisa de quien sabe de las cosas de la vida.
“ –Mi madre tuvo un amor.El se fué, como otros tantos, en un barco.”
Ella quedó, como el fruto que maduró entre nostalgias y abandono, tranformándose en el Consuelo de su madre. Desde su nacimiento, su historia estaba trazada: servir de consuelo a todos aquellos que sufriesen abandono.
Desde pequeña procuraba hacer todo lo posible para lograr una sonrisa de su madre. Todas las noches, junto al espejo , bajo una débil luz, observaba embelesada a aquella mujer que pintaba sus labios de rojo y agitaba su negra cabellera antes de salir para el puerto, llevándola de la mano.
Sentada en un rincón del mismo bar de siempre, veìa a su madre encender su cigarrillo mientras conversaba y bebía con algún hombre recién llegado en un barco cualquiera.
Después se dormía, acurrucada, hasta que era despertada para el regreso a casa. Casi siempre , el sol ya estaba naciendo , y sus rayos teñían de ocre las piedras del camino y la bruma del puerto.
Ya en casa, su madre ,desnuda ,se tiraba en la cama y la abrazaba :
- “Venga acá, mi Consuelo “.
Y ella iba y hacía todo lo posible para conseguir una sonrisa de su madre.
Así logró aprender aquella sonrisa de quien sabe de las cosas de la vida.
Y ella iba y hacía todo lo posible para conseguir una sonrisa de su madre.
Así logró aprender aquella sonrisa de quien sabe de las cosas de la vida.
Y el cigarrillo encendido entre los dedos hoy reproduce tantos recuerdos, tiñendo de sol naciente la triste bruma de su ya maduro abandono.
Ella sabía que había nacido para ser El Consuelo!
escrito em 1º de maio de 2002
traduzido por Beatriz Lávaque - em 4 de maio de 2008
3 Comments:
Eu já falei... gosto da liberdade que escreve, seu texto flui.
Me lembro do conto, lindo!!
3:27 AM
ora viva
vim deixar aqui uma beijoca especial.
O mocho falante vai estar encerrado por uns tempos
7:37 PM
Dudv
Lembrou-se? que coisa boa. obrigada!
Mocho!
Vou sentir muita falta do seu eco que compreende o que sinto mas, como já deixei lá em seu ninho, que sejas feliz onde quer que vás.
muito grata por tudo, sempre!
8:26 PM
Postar um comentário
<< Home